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En las conversaciones habituales, podemos escuchar ciertas frases que aunque suenen muy inocentes, realmente son el preludio de problemas y discusiones. Allá vamos:

-Tú no te preocupes. A menudo acompañada de que yo me encargo de ello. Ésto lo suele decir un inútil tratado de solucionar, por sí solo, algo que escapa de sus posibilidades. Lo hará mal y/o a destiempo.

-Organizar. Es sinónimo de meterse en un berenjenal, fregado, jardín,... ya que implica una responsabilidad.

-Habría que .... Se trata de una forma más suave del Hay que ... El uso del verbo en la forma impersonal, implica directamente que el hablante, inconscientemente, busca escaquearse del asunto, de lo contrario habría dicho: Tenemos que..., que lo implicaría. Pero por otra parte tampoco quiere dejar la prueba evidente de querer segregarse del asunto, como ocurriría si usase el Teneis que ...

Ahora viene así Se suele oir como explicación ante la sopresa de que algo que se ha comprado de una manera, al pedir un repuesto o querer comprar otro exactamente igual, ya no es posible. Partiendo de la premisa de que las cosas son seres inanimados y como tales no pueden moverse por sí mismos, sino que precisan de un ser vivo que cause su movimiento (aquí me he vuelo un poco aristotélico), bien se han pedido distintos o bien fueron enviados diferentes adrede. ¿Las causas? Que te veas obligado a comprar todos para mantener la uniformidad o que no valga el repuesto y tengas que comprar el artículo completo.


Yo es que soy así Todos tenemos algún rasgo en particular que nos caracteriza, creatividad, generosidad, puntualidad, abnegación; pero también irresponsabilidad, pereza, grosería, envidia, etc. Generalmente la mayoría de las personas preferimos hablar bien de nosotros mismos, por lo que, en caso contrario, habría que evitar decir el calificativo, que se sustuye por el así.


Yo soy muy sincer@ La facultad de hablar que tenemos los humanos, es un medio comunicativo que tiene como principal función del lenguaje la enunciativa, hablar sobre la realidad. Es cierto que algunas pocas veces decimos verdades a medias. Pero el que presume de sincero, no va por ahí. Es que dice directamente lo primero que se le pasa por la cabeza, incluso si es inapropiado u ofesivo. El caso contrario sería el "políticamente correcto", la mayoría de las veces no se sabe de qué está hablando dada la gran cantidad de rodeos que da al hablar o escribir.

Falta una de las que mas quebraderos de cabeza acarrea al ser humano, aquella de: "cariño, tenemos que hablar..."

No entraré a definirla, ni comentar las diferencias entre terminar la frase con puntos suspensivos o con símbolos de admiración, porque sería como abrir la caja de Pandora. Necesitaría varias vidas enteras, (y no me queda mas que media), para desentrañar y lograr una explicación consensuada, del objeto, o situación que desata el uso de la misma.